Coordinación bilateral: clave oculta en el desarrollo espacial, motor y cognitivo 

Terapia de integración sensorial para mejorar coordinación bilateral y percepción espacial

En el desarrollo infantil y también en muchas terapias con adultos, hay una habilidad que actúa como un engranaje silencioso que conecta la motricidad, el lenguaje, la percepción espacial y el rendimiento académico: la coordinación bilateral.

A menudo poco reconocida, esta capacidad de utilizar ambos lados del cuerpo de forma sincronizada y fluida, es mucho más que una habilidad motora. Es una expresión tangible del equilibrio cerebral y la maduración de las conexiones interhemisféricas. 

Esta coordinación está profundamente vinculada a aspectos como las dificultades en la organización espacial y orientación, la atención, la memoria de trabajo y el procesamiento visomotor. Todo esto se convierte en la base sobre la que se construye una conducción segura, un buen aprendizaje escolar, y una adecuada integración social.

¿Qué es realmente la coordinación bilateral? 

La coordinación bilateral es la capacidad de utilizar ambos lados del cuerpo de manera armónica, ya sea con movimientos simétricos, alternos o complementarios.

Pero lo más interesante ocurre dentro del cerebro: para que esta sincronización tenga lugar, los dos hemisferios deben estar en constante comunicación y trabajar como un equipo.

Esta comunicación interhemisférica se produce, en gran parte, a través del cuerpo calloso, una estructura clave para el procesamiento sensorial, motor y cognitivo. 

Cuando hablamos de niños en edad escolar, por ejemplo, esta capacidad es la que permite que escriban mientras mantienen el papel con la otra mano, o que recorten siguiendo una línea sin perder la referencia visual ni la dirección del movimiento. Cuando esta coordinación falla, aparecen bloqueos que afectan múltiples áreas, desde lo académico hasta lo social.

Estas señales están relacionadas con problemas de lateralidad, especialmente cuando no hay una dominancia cerebral clara que organice el movimiento y la percepción espacial de forma eficiente.

¿Cómo influye la coordinación bilateral en la percepción y la organización espacial? 

Uno de los impactos más profundos de la coordinación bilateral es sobre la percepción del espacio y su organización mental. La orientación espacial no solo depende de los sentidos y la vista, sino también de cómo el cuerpo se mueve en ese espacio. Es decir, el niño o adulto no solo percibe el entorno, sino que lo construye y lo comprende a partir del movimiento. 

En nuestra experiencia, los pacientes que tenemos en el CENTRO LLORENS trabajan a menudo la coordinación bilateral mediante actividades interhemisféricas. Lo trabajamos realzando actividades donde se activan simultáneamente diferentes funciones de ambos hemisferios, mezclando movimientos cruzados y actividades que exigen funciones del lenguaje, propio del hemisferio izquierdo. 

Cuando esta coordinación no está bien integrada, observamos retrasos en la decodificación de información visual y simbólica, dificultades para interpretar instrucciones, y una sensación de desorganización interna.

Es habitual que niños con baja coordinación bilateral presenten bloqueos a la hora de procesar símbolos, retrasos en la interpretación de información y dificultades claras tanto en la motricidad como en el pensamiento lógico y secuencial. 

En adultos, una coordinación bilateral deficiente puede incluso influir en su capacidad para orientarse correctamente al moverse, como ocurre en algunos casos de desorientación al conducir, donde la lateralidad cruzada y la falta de integración sensorial dificultan la percepción de trayectorias, distancias y referencias visuales.

De lo motor a lo cognitivo: una conexión directa 

Una de las consecuencias más visibles de estas dificultades aparece en el rendimiento académico. La lectura, la escritura, la comprensión del espacio del papel, el cruce de la línea media para seguir una frase o realizar una suma con columnas… todo depende de una buena base de coordinación bilateral. Pero también el razonamiento abstracto, la atención sostenida o incluso la capacidad para planificar tareas secuenciales.

No se trata solo de que un niño “sea torpe” o “no coordine bien”, sino de que su cerebro aún no ha establecido una base sólida de integración hemisférica.

Esto influye directamente en su aprendizaje y en su autoestima. En casos más avanzados, también observamos cómo esto impacta socialmente: si no se trabaja, esto podría influenciar indirectamente en criterios de exclusión social en deportes y otras áreas donde se requiere una habilidad motriz y de coordinación notable.

¿Cómo se puede entrenar la coordinación bilateral? 

El entrenamiento no debe ser forzado ni separado del contexto. En nuestro enfoque, trabajamos que los pacientes puedan realizar los ejercicios de forma coordinada, integrando patrones de movimiento naturales con funciones cognitivas como el lenguaje o la planificación.

Ejercicios y actividades para mejorar la coordinación bilateral

Algunas de las herramientas más efectivas incluyen: 

  • Actividades de cruce de la línea media, como tocar la rodilla contraria con la mano opuesta mientras se interpreta una secuencia de letras y números, o lanzar y atrapar pelotas alternando brazos escuchando indicaciones verbales direccionales. 
  • Tareas combinadas motoras y lingüísticas, donde el movimiento se acompaña deverbalización o memoria de trabajo. 
  • Ejercicios que implican ritmo y alternancia, como saltos coordinados o juegos con música y ritmo (metrónomo). 
  • Tareas gráficas complejas, como laberintos o patrones simétricos, que exigen integración visual-motora.

Estas actividades no solo refuerzan el movimiento, sino que potencian la capacidad de atención, la estructuración del espacio y la agilidad mental. 

Niño practicando coordinación bilateral con ejercicios de cruce de la línea media

Coordinación bilateral y desarrollo emocional

No podemos olvidar que el cuerpo y la mente funcionan de forma integrada. Cuando un niñoo adulto mejora su coordinación bilateral, también gana seguridad, estabilidad emocional yuna sensación de control sobre su propio cuerpo.

Esto repercute en su comportamiento social, su autonomía y su capacidad de afrontar nuevos aprendizajes con confianza. 

Muchos de los niños que atendemos tienen, además de sus dificultades motrices y cognitivas, una historia de frustración y baja autoestima por “no poder hacer las cosas como los demás”. Por eso, integrar esta capacidad es también una forma de devolverles herramientas para su vida. 

“La coordinación bilateral efectiva es uno de los signos más claros de un sistema nervioso central bien organizado. Cuando ambos hemisferios trabajan en armonía, el cuerpo actúa con precisión y la mente fluye con claridad.” — A. Jean Ayres, Sensory Integration and the Child, Western Psychological Services, 1979. 


La coordinación bilateral es un pilar fundamental del desarrollo humano. Sin ella, el cuerpono se organiza, el espacio no se entiende, y la mente no procesa con fluidez.

En el CENTRO LLORENS lo vemos a diario: cuando se trabaja adecuadamente, no solo mejora la motricidad, sino que se desbloquean capacidades cognitivas, lingüísticas y emocionales que estaban esperando un terreno firme para florecer.

    Luis Elías Llorens

    Luis Elías Llorens Director y fundador de Centro Llorens. Licenciado en Psicología y especializado en Lateralidad. Número de Colegiado: 22891.

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