¿Qué es la Disgrafía? Causas, Tipos y Relación con la Lateralidad Cruzada

¿Qué es la Disgrafía? Definición y Características Principales
La disgrafía es un trastorno del aprendizaje que afecta la habilidad para escribir de manera precisa, fluida y organizada. A menudo, las personas con disgrafía tienen dificultades en las habilidades cognitivas, la motricidad fina, la percepción espacial y la integración sensorial, lo que dificulta la formación correcta de letras y palabras. No está relacionada con la inteligencia del individuo, sino con la coordinación motriz y la integración visoespacial.
Tipos de Disgrafía: ¿Cómo se Manifiesta en la Escritura?
La disgrafía es una alteración neurológica que afecta la escritura a nivel motor y
perceptivo. No está relacionada con la inteligencia del niño, sino con dificultades en la
coordinación motriz, la integración visoespacial y el control de la mano y los dedos al
escribir.
Existen distintos tipos de disgrafía:
- Disgrafía motriz: Problemas en la motricidad fina que afectan el trazo de las
letras. - Disgrafía espacial: Dificultades para organizar correctamente el texto en el
papel. - Disgrafía lingüística: Problemas en la conversión de sonidos en grafemas,
afectando la estructura de las palabras.
La disgrafía suele manifestarse con letras mal formadas, dificultad para mantener un
tamaño y espaciado uniforme, errores ortográficos frecuentes y lentitud al escribir.
¿Cuáles Son las Causas de la Disgrafía? Factores Neurológicos y Motores
La disgrafía puede estar relacionada con diversos factores neurológicos y motores.
Algunas de sus causas más comunes son:
- Déficits en la motricidad fina: Dificultad para coordinar los músculos de la mano y los dedos.
- Problemas en la percepción espacial: Falta de conciencia sobre el tamaño y ubicación de las letras en la hoja.
- Dificultades en la integración interhemisférica: Problemas para sincronizar la información entre ambos hemisferios cerebrales.
- Lateralidad cruzada; Falta de una dominancia clara en mano, ojo, pie u oído, afectando la escritura.
Según Geschwind & Galaburda (1985), “las alteraciones en la lateralidad pueden afectar la organización del lenguaje escrito y la estructuración espacial de los grafemas”.
Cuando la lateralidad no está bien definida, el cerebro tiene dificultades para coordinar la escritura, lo que puede provocar disgrafía.
En el Centro Llorens, trabajamos la disgrafía desde la terapia de lateralidad, enfocándonos en mejorar la motricidad, la organización espacial y la coordinación interhemisférica para optimizar el proceso de escritura.
La Relación Entre Disgrafía y Lateralidad Cruzada: ¿Cómo Influyen en la Escritura?
Uno de los factores menos estudiados de la disgrafía es su conexión con la lateralidad cruzada. En personas con una lateralidad bien establecida, el hemisferio izquierdo (encargado del lenguaje en la mayoría de las personas diestras) domina el proceso de escritura. Sin embargo, cuando la lateralidad es cruzada (por ejemplo, una persona diestra con ojo dominante izquierdo), el cerebro experimenta una descoordinación que puede afectar la fluidez y precisión de la escritura.
En el Centro Llorens, hemos trabajado con muchos niños con disgrafía que también presentan lateralidad cruzada. En estos casos, observamos que la organización espacial, la percepción del esquema corporal y la motricidad fina están alteradas, dificultando la escritura.
Señales de que la disgrafía puede estar relacionada con la lateralidad cruzada
Algunas señales que indican que la disgrafía puede estar relacionada con la lateralidad
cruzada incluyen:
- Escritura irregular, con letras de diferentes tamaños.
- Dificultad para mantener el renglón o alinear palabras en la hoja.
- Inversiones de letras y números.
- Problemas con la presión del lápiz sobre el papel.
Diferencias entre dislexia y disgrafía
Es común confundir la dislexia con la disgrafía, ya que ambos son trastornos del aprendizaje que afectan la lectoescritura. Sin embargo, presentan diferencias clave:
- Dislexia: Principalmente afecta la capacidad de leer y comprender textos. Las personas con dislexia pueden tener dificultades para reconocer palabras, leer con fluidez y entender lo que leen.
- Disgrafía: Afecta la habilidad de escribir de manera legible y organizada. Los individuos con disgrafía pueden tener una caligrafía deficiente, problemas de ortografía y dificultades para expresar sus ideas por escrito.
Mientras que la dislexia se centra en la decodificación y comprensión de la lectura, la disgrafía se relaciona más con la producción escrita y la motricidad fina.
Disgrafía en adultos
Aunque la disgrafía se diagnostica comúnmente en la infancia, también puede persistir en la edad adulta. Los adultos con disgrafía pueden experimentar dificultades en entornos laborales y sociales que requieren escritura. Estas dificultades pueden manifestarse en una escritura desorganizada, lenta o ilegible, lo que puede afectar la comunicación escrita y la eficiencia en tareas que implican la escritura.
Es importante destacar que la disgrafía en adultos no está relacionada con la inteligencia o la capacidad cognitiva general. Muchos adultos con disgrafía desarrollan estrategias compensatorias para mitigar las dificultades asociadas con la escritura manual.
Tratamiento y estrategias de apoyo para la lateralidad
Abordar la disgrafía requiere un enfoque multidisciplinario que puede incluir:
- Terapia de Lateralidad: Para mejorar la motricidad fina y las habilidades de coordinación necesarias para la escritura.
- Intervención educativa: Adaptaciones en el aula, como el uso de tecnología, tiempo adicional para tareas escritas y métodos de enseñanza personalizados.
- Ejercicios de escritura: Prácticas específicas para mejorar la formación de letras, el espaciado y la organización del texto.
- Apoyo psicológico: Para abordar posibles frustraciones, ansiedad o baja
autoestima asociadas con las dificultades de escritura.
Es fundamental una detección temprana y un plan de intervención individualizado para ayudar a las personas con disgrafía a desarrollar sus habilidades de escritura y alcanzar su máximo potencial académico y personal.
¿Cómo mejorar la disgrafía desde la terapia de lateralidad?
Para mejorar la disgrafía en niños con lateralidad cruzada, es fundamental trabajar en
varios niveles:
Desarrollo de la Motricidad Fina para Mejorar la Escritura
Ejercicios específicos para fortalecer la coordinación de los dedos y la precisión en los movimientos de la mano. Algunas actividades incluyen:
- Moldeado con plastilina o arcilla.
- Uso de pinzas para mover objetos pequeños.
- Juegos manuales de precisión con la mano dominante.
Estrategias para Mejorar la Organización Espacial y la Percepción
El cerebro necesita una percepción clara del espacio para organizar la escritura de manera efectiva. En el Centro Llorens, aplicamos estrategias como:
- Dibujar figuras geométricas y copiar patrones simétricos.
- Estructuras geométricas 3D.
- Juegos de laberintos para mejorar la planificación visoespacial
Ejercicios Interhemisféricos para Mejorar la Coordinación
Favorecen la sincronización entre hemisferios, lo que mejora la coordinación de la escritura. Algunos ejemplos:
- Cruce de extremidades (mano derecha tocando rodilla izquierda y viceversa).
- Dibujar con ambas manos simultáneamente.
- Escritura y dibujo en espejo para reforzar la integración cerebral.
Entrenamiento en la Lateralidad para Definir la Dominancia
Definir la dominancia clara de mano, ojo, pie y oído es clave para una escritura fluida.
En nuestro centro, realizamos pruebas de lateralidad y trabajamos para consolidar un patrón lateral bien definido.

Mejorando la Calidad de la Escritura con un Enfoque Terapéutico Integral
La disgrafía es un trastorno del aprendizaje que puede afectar significativamente la calidad de la escritura.
Aunque se suele tratar desde un enfoque motriz, su relación con la lateralidad cruzada es clave para entender y mejorar este problema.
En el Centro Llorens, hemos visto que muchos niños con disgrafía también presentan dificultades en la motricidad fina, la organización espacial y la percepción del esquema corporal, lo que afecta su escritura.
Trabajar la lateralidad y mejorar la integración sensoriomotora son pasos esenciales para ayudarles a superar sus dificultades. Si notas que tu hijo tiene dificultades para escribir, evaluar su lateralidad puede ser clave para encontrar la mejor estrategia de intervención. Con el enfoque adecuado, es posible mejorar la calidad de la escritura y fortalecer la confianza del niño en sus habilidades académicas.

Luis Elías Llorens Director y fundador de Centro Llorens. Licenciado en Psicología y especializado en Lateralidad. Número de Colegiado: 22891.