Test de evaluación del acoso escolar
El test AVE es una de las herramientas más completas que existen para que los terapeutas puedan determinar las diferentes dimensiones del acoso escolar en un niño o adolescente.
Distinción entre bullying y acoso escolar
A pesar de que hoy en día se utilizan indistintamente los términos bullying y acoso escolar en los contextos escolares, el primero, que es el que hace referencia al maltrato físico, representa un porcentaje pequeño de las conductas de acoso y violencia escolar.
Este test no valora solamente si se está produciendo acoso, el tipo o tipos de acoso y el grado, también valora cómo la situación está afectando al paciente psicológicamente
Asimismo, los estudios revelan que las agresiones físicas son las que generan un menor daño psicológico a los niños acosados. Sin duda, una pelea con agresión física puede generar ansiedad y dañar psicológicamente, pero lo que tiene consecuencias más graves a este nivel es el maltrato psicológico sistemático, entre otras razones porque el niño que lo sufre está en permanente estado de alerta a la espera de cuándo se producirá el próximo ataque verbal de aquel o aquellos que lo intimidan desde hace meses.
¿Por qué un test de evaluación?
Actualmente, una de las herramientas más completas que existen para que los terapeutas puedan determinar las diferentes dimensiones del acoso escolar en un niño o adolescente es el test AVE (siglas de «Acoso y Violencia Escolar»). «Este test no solamente valora si se está produciendo acoso, el tipo o tipos de acoso y el grado, también valora cómo la situación está afectando al paciente psicológicamente. Es una herramienta imprescindible para prevenir, identificar, diagnosticar y tratar el acoso escolar, el bullying y los daños psicológicos asociados a estas conductas», explica el director de nuestro centro, el psicólogo Luis Elías.
La prueba está diseñada para niños y adolescentes de 7 a 18 años, dura una hora y el paciente la realiza en presencia del terapeuta para que este pueda aclarar dudas; sobre todo, cuando se trata de niños pequeños. «Es un test que nos proporciona una serie de indicadores sobre los que, posteriormente, el especialista indaga y profundiza durante la terapia de acoso escolar», prosigue Elías.
Como hemos mencionado anteriormente, aunque también detecta el bullying, se centra más en la evaluación del acoso escolar, incluyendo todos los tipos de acoso que se pueden sufrir, como los que se producen a través de las diferentes plataformas y redes sociales.
«En la sesión de diagnóstico se identifica y recoge el posible maltrato físico, el cual es más fácil de detectar en la entrevista con el paciente que el maltrato psicológico. Sin embargo, lo más complejo es el acoso escolar, entendido como el maltrato verbal y modal que recibe un niño por parte de otro u otros con el objetivo de someterle, amilanarle, amenazarle, obtener algo de él mediante chantaje, etc., ya que estos tipos de acoso infligen heridas psicológicas más profundas. A menudo se trivializa este acoso restándole importancia, pero es mucho más lesivo que el físico y tiene más repercusiones a nivel psicológico porque atenta contra la dignidad, el bienestar y los derechos fundamentales del niño o del adolescente», afirma el psicólogo.
Mediante el test de evaluación del acoso escolar se valoran tres criterios diagnósticos profundizando en cada uno de ellos:
- La existencia de una o más conductas de hostigamiento.
- Si se da una repetición de forma sistemática de conductas de acoso.
- La duración en el tiempo del acoso.
En qué consiste y qué evalúa el test de acoso y violencia escolar
Se trata de un completo cuestionario que evalúa 94 ítems y con el que se obtienen 22 indicadores:
Dos índices globales del acoso y su intensidad:
El test nos permite constatar si el niño está sufriendo acoso y nos proporciona una escala global de su intensidad.
Ocho indicadores del acoso y la violencia escolar:
La prueba nos indica qué tipo de conductas de acoso y violencia está recibiendo la persona y en qué medida se le están infligiendo:
- Hostigamiento
- Intimidación
- Amenazas
- Coacciones
- El bloqueo social
- La exclusión social
- La manipulación social
- Las agresiones
Cuatro factores globales de acoso:
- Factor de hostigamiento
- Factor de intimidación
- Factor de exclusión
- Factor de agresiones
Ocho escalas clínicas:
Estas escalas complementan la evaluación de la situación de acoso y violencia escolar mediante la medición y diagnóstico de los posibles daños en la esfera emocional y afectiva. Es decir, valoran información clínica de cómo el paciente está sufriendo la situación.
- Ansiedad
- Estrés postraumático
- La distimia (estado depresivo)
- Disminución de la autoestima
- Los flashbacks que pueda experimentar el paciente
- La somatización (afectaciones físicas causadas por las psicológicas: por ejemplo, si el
niño tiembla antes de entrar en la escuela). - La autoimagen negativa («Soy tonto», «No valgo para nada», «Me acosan porque tengo
las orejas grandes o porque estoy gordo», etc.). - El autodesprecio (este punto está estrechamente relacionado con el anterior).
Escala de control
Por último, la prueba muestra una escala de contradicciones (si hay muchas o pocas) en el caso de que el paciente tienda a contradecirse en sus diferentes respuestas. «Actualmente, la mayoría de las pruebas psicológicas están diseñadas para poder detectar eventuales contradicciones. Podría ser que una persona quisiera proyectar que está peor de lo que está, exagerar lo que le está ocurriendo o mentir deliberadamente. Particularmente, en el acoso escolar, que es un tema tan sumamente importante, podría darse el caso de un adolescente con otros problemas mentales, por ejemplo, que por circunstancias quiera hacer ver que está sufriendo violencia escolar. En la prueba observaríamos que sucede algo extraño», aclara el especialista.